El 12 de junio de 1985 España firmó el Tratado de Adhesión a la Unión Europea, denominada por aquel entonces como Comunidad Económica Europea (CEE). Fue con el Gobierno de Felipe González que España, tras largas negociaciones, entraba el 1 de enero de 1986 en la Unión junto a la vecina Portugal.
Se cumplen ahora treinta años de la firma que nos vinculó al club europeo y marcó el inicio de importantes cambios políticos, económicos y sociales para el país.
Durante estas tres décadas, España despidió a la peseta y los controles fronterizos al adherirse al Convenio de Schengen y presidió en 1989, 1995, 2002 y 2010 el Consejo de la Unión Europea. Se modernizó económica y socialmente y efectuó numerosas e importantes reformas en su sistema jurídico para adaptarse a las normas del bloque.
La modernización experimentada en infraestructuras, a través de los fondos de cohesión europeos, es otro de los grandes cambios que supuso para España la entrada en Europa. Ejemplo de ello es que en la actualidad hay unos 7.000 kilómetros de autovías, frente a los 700 de hace 30 años.
En este tiempo, hasta tres españoles, Enrique Barón, José María Gil Robles y Josep Borrell, han presidido el Parlamento Europeo, con 60 eurodiputados españoles en la Europa de los Doce a los actuales 54 en la Europa de los Veintiocho.
Martin Schulz, el actual presidente de la Eurocámara, destacó esta semana los avances conseguidos por España durante estos treinta años, así como la estabilidad y refuerzo de la democracia adquiridos en el país desde su adhesión al bloque.